viernes, 4 de diciembre de 2015

Hacia una pedagogía Dialogante

Hacia una Pedagogía Dialogante

Hoy en día, un modelo pedagógico dialogante debe reconocer las diversas dimensiones humanas y la obligatoriedad que tenemos escuelas y docentes de desarrollar cada una de ellas. Como educadores, somos responsables frente a la dimensión cognitiva de nuestros estudiantes; pero así mismo, tenemos iguales responsabilidades en la formación de un individuo ético que se indigne ante los atropellos, se sensibilice socialmente y se sienta responsable de su proyecto de vida individual y social. No se trata simplemente de transmitir conocimientos, como supuso equivocadamente la Escuela Tradicional, sino de formar individuos más inteligentes a nivel cognitivo, afectivo y práxico. No se trata –por bonitas que suenen las palabras– de hacer sentir feliz al niño y al joven; se trata de formarlo con toda la felicidad, esfuerzo, cuidado, responsabilidad, diálogo y trabajo que ello demanda. La función de la escuela es favorecer e impulsar el desarrollo y no debería seguir centrada en el aprendizaje, como creyeron equivocadamente los enfoques en “tercera persona”. Y este desarrollo tiene que ver con las diversas dimensiones humanas. La primera dimensión está ligada con el pensamiento, la segunda con el afecto, la sociabilidad y los sentimientos; y la última, con la praxis y la acción, en función del “sujeto que siente, actúa y piensa” como decía Wallon (1987). En un lenguaje cotidiano, diríamos que el ser humano piensa, ama y actúa; y que es obligación de la escuela enseñarnos a pensar mejor, amar mejor y actuar mejor. 

En consecuencia, hoy por hoy debería hablarse de tres tipos de competencias: analíticas o cognitivas, socioafectivas, personales o valorativas, y práxicas. Las tres dimensiones humanas conforman sistemas relativamente autónomos, pero interrelacionados. Su relativa autonomía se evidencia, en las diversas disincronías humanas alcanzadas entre cada una de las dimensiones, como mostró Terrassier (2001), y en que en su proceso evolutivo participen diversos medios, mediadores y contextos. De allí que el desarrollo de una dimensión no necesariamente implica el desarrollo de otra, como lo evidenciamos al conocer personas profundas, brillantes y agudas, pero inmensamente inmaduras e inestables a nivel emocional y con sensibles problemas para amar a sus familias, a sus compañeros de trabajo, sus vecinos o incluso a sus amantes. 

Pese al carácter relativamente autónomo de las dimensiones humanas, así mismo y de manera más compleja, hay que entender que entre cada una de ellas existen interdependencias. De este modo, se puede afirmar que cada uno de los sistemas establece interdependencias con los otros. De allí que también se conozca más lo amado y que se interactúe más con ello, y que existan elementos cognitivos en todo proceso valorativo y práxico, o elementos valorativos en todo proceso cognitivo y práxico. Hay valores y acciones detrás de cada pensamiento ¿Acaso no conocemos más a quien más amamos y no interactuamos más con ella o con él?. “No hay amor sin conocimiento, ni conocimiento sin amor” decía Piaget, y tenía toda la razón al reivindicar la interdependencia entre el sistema cognitivo y el valorativo. Interdependencia, sin embargo, que no le permitió comprender la autonomía relativa de cada dimensión y que lo condujo a suponer equivocadamente que el desarrollo cognitivo y valorativo se daban de manera paralela, aspecto que será suficiente y claramente abandonado por Kohlberg (Kohlberg y otros, 2002)

Las implicaciones pedagógicas de un Modelo Dialogante en los propósitos cognitivos 

Adoptar un enfoque dialogante exige cambios, no solo epistemológicos como los señalados en las páginas anteriores, sino que también obliga a transformar los principios pedagógicos, las relaciones entre el docente y el estudiante y las estrategias metodológicas en el salón de clase. 

Ya dijimos que el propósito central de un trabajo dialogante debe ser el desarrollo y no simplemente el aprendizaje. La finalidad última tiene que ser la de garantizar mayores niveles de pensamiento, afecto y acción; es decir, la “humanización del ser humano” como decían Merani y Vigotsky (Cit. por Riviere, 1996, 19). La escuela, tal como dice el proverbio chino, debería ser un lugar para entregar cañas de pescar a los estudiantes y no para entregarles pescados. Y desafortunadamente todavía no es así. Todavía, la mayor parte de escuelas del mundo entrega pescados a sus estudiantes y pescados, desafortunadamente por lo general viejos y trasnochados. Pero las condiciones socio-históricas actuales exigen un cambio profundo en las finalidades de la educación. Los propósitos a trabajar en la escuela deben garantizar por fin un mayor desarrollo del pensamiento, el afecto y la acción. La escuela del siglo XXI debe enseñarnos a pensar, amar y actuar. 

Para Vigotsky, los Procesos Psicológicos Superiores del ser humano (PPS) aparecen dos veces, en dos planos distintos; primero a nivel social, a nivel interpersonal y solo luego a nivel individual y psicológico. En sus propios términos:

 "Es necesario que todo aquello que es interno en las formas superiores haya sido externo, es decir, que fuera para otros lo que ahora es para uno mismo. Toda función psicológica superior atraviesa necesariamente una etapa externa en su desarrollo, ya que inicialmente es una función social"(Vigotsky, 1992). 

Esta postura es opuesta a la formulada desde la epistemología constructivista para la cual en sus versiones más extremas la realidad externa puede llegar a ser una ‘’imputación mental’’, ‘’inventada’’ en forma de un ‘’holograma’’ tal como afirman Guba & Lincoln (1993). La postura vigotskiana también se diferencia de la posición piagetana para la cual es el individuo, quien debido esencialmente a sus procesos de maduración cortical, logra gracias a la equilibración, construir esquemas de manera individual e idiosincrásica para asimilar lo real y para acomodarlo a sus esquemas. Así mismo, rompe con el ‘’principio de accesibilidad’’ de Piaget , para quien el aprendizaje termina por colocarse a la zaga del desarrollo y le plantea a la pedagogía el extraordinario reto de entender la educación como condición necesaria de un pensamiento abstracto e hipotético-deductivo. 

En consecuencia, la escuela debe orientarse hacia el mañana del desarrollo infantil buscando convertir el nivel del desarrollo potencial en real.Como decía Vigotsky: "El buen aprendizaje es aquel que las capacidades del sujeto no le permiten atender"; es decir, aquel que efectivamente “jalona” el desarrollo.

En una palabra: la educación se convierte en condición del desarrollo de los Procesos Psíquicos Superiores, como el lenguaje escrito, el pensamiento hipotético-deductivo, la argumentación o la interpretación, entre otros. Solo contando con procesos educativos es posible resolver problemas que exijan pensamiento formal o clasificaciones mediante categorías abstractas.

Desde una perspectiva psicopedagógica, uno de los más creativos y sustanciales aportes de Vygotski, derivados de la reflexión anterior, será su original teoría sobre la "Zona Próxima de Desarrollo". Tesis esta que proviene de la interrelación establecida entre aprendizaje y desarrollo.

La auditoría: primera etapa del plan de comunicación

La auditoría: primera etapa de la comunicación

El Plan de Comunicación es el esqueleto, la base que permite practicar una comunicación institucional profesional. Como la comunicación es una labor que aborda multitud de actividades, que se dirige a numerosos tipos de públicos y puede tener desde uno hasta múltiples objetivos, es fundamental organizarla y llevarla a la práctica con un marco de referencia claro: el Plan de Comunicación. Se trata de un instrumento que engloba el programa comunicativo de actuación (a corto, medio y largo plazo), y que recoge metas, estrategias, públicos objetivo, mensajes básicos, acciones, cronograma, presupuesto y métodos de evaluación. Con esta herramienta se trata de coordinar y supervisar la optimización de la estrategia de imagen y comunicación de la organización, así como de diseñar las líneas maestras de una gestión informativa y comunicativa específica para la entidad. 

El Plan de Comunicación permite que la comunicación desarrollada por la entidad responda a criterios profesionales, a una metodología y un planteamiento estratégico y no sea simplemente una serie de acciones inconexas. Supone saber de antemano lo que se pretende y cómo se piensa conseguirlo. Los propósitos fundamentales de un programa de esta índole son: Fundamentar y favorecer la toma de decisiones con respecto a la comunicación. Eliminar posibles disonancias entre imagen deseada, proyectada y percibida. Optimizar la gestión estratégica de la imagen y la comunicación. Potenciar y/o inducir a una valoración positiva de la entidad y de sus proyectos por parte de sus públicos prioritarios. Fijar el orden de prioridades comunicativas. Favorecer la presencia mediática de los proyectos de la organización.

La metodología que se aplica para elaborar el Plan permite establecer, tal como se aborda en detalle más adelante: 
  • Objetivos corporativos en cuestiones de comunicación. 
  • Públicos (prioritarios y secundarios) a los que idealmente habría que dirigirse para alcanzar las metas planteadas. 
  • Mensajes básicos e ideas que habría que transmitir a cada público objetivo. 
  • Estrategias clave para alcanzar los objetivos.
  • Actividades concretas que habría que realizar a corto, medio y largo plazo. 
  • Plazos estimados para desarrollarlas (cronograma). 
  • Gastos que supondrían (presupuesto). 


Además, el Plan debería contemplar la realización de un seguimiento de la labor desarrollada, expresada en la evaluación (cuantitativa y cualitativa) periódica —por ejemplo, cada tres meses— de la eficacia global de las acciones de comunicación 7 emprendidas. Así mismo, se contrastarían los objetivos propuestos con los alcanzados, para conocer su grado de cumplimiento.  

FASE 1: INVESTIGACIÓN (AUDIT DE IMAGEN Y COMUNICACIÓN) 

El primer paso en la elaboración de un Plan de Comunicación es obtener información relevante sobre la imagen de la entidad en cuestión y de todos aquellos aspectos que pueden afectarla. En esta fase inicial de trabajo, se trata de delimitar las imágenes deseada, proyectada y percibida de la organización y establecer el grado de correlación existente entre ellas. La auditoría de imagen y comunicación constituye una herramienta de investigación fundamental, un paso previo a la implantación de procesos de comunicación estratégicos en momentos y/o procesos coyunturales (implantación en un nuevo entorno, situaciones críticas, búsqueda de un nuevo posicionamiento...). 

Recopilación de información. Además de consultar documentación (informes de resultados, evaluación de proyectos, estudios sectoriales, material institucional, etc.), para establecer el diagnóstico de la situación de partida de una organización se recurre a fuentes directas de índole interna (directivos, mandos intermedios, personal de base) y externa (accionistas, clientes, proveedores, líderes de opinión, medios de comunicación...). 

Las entrevistas personales con miembros representativos de la organización son muy reveladoras, especialmente, a la hora de indagar sobre su funcionamiento interno. Esta técnica de estudio también es eficaz para detectar corrientes internas de opinión.

Por su parte, la investigación a través de fuentes externas proporciona datos de primera mano sobre aspectos tales como la naturaleza (positiva o negativa) de la predisposición pública hacía la compañía o entidad, el modo en que ésta es percibida por sus grupos de interés y el tratamiento informativo que le dispensan los profesionales de la comunicación. 

Análisis de la información. Supone estudiar, contrastar y sacar conclusiones (cuantitativas y cualitativas) sobre el alcance de las opiniones vertidas y los datos recogidos. La fase de diagnóstico concluye con la determinación de las necesidades de comunicación de la entidad; es el punto de partida de todo plan estratégico de comunicación. 


FASE 2: EL PLAN, PASO A PASO 

El Plan de Comunicación consta de los siguientes apartados: 

1. descripción o análisis de la situación, 
2. objetivos de comunicación, 
3. públicos objetivo, 
4. estrategias,
5. mensajes básicos o clave
6. acciones recomendadas
7. calendario
8. presupuesto.

Jhon Dewey



John Dewey y su aportación a la educación


Biografía:
Nació el 2 de octubre de 1859 en Burlington Vermont, Estados Unidos, fue filósofo, psicólogo y pedagogo estadounidense, su metodología y filosofía estuvieron influenciadas por las ideas de Hegel.

Es conocido por ser uno de los fundadores del pragmatismo y fue la figura más representativa e la pedagogía progresista en EE.UU.





Principales aportaciones a la educación:

John Dewey ha sido uno de los representantes más ilustres de la filosofía experimental en la pedagogía.

Sus ideas pedagógicas estuvieron profundamente unidas al pragmatismo. 

Se debe aprender haciendo, resolviendo problemas concretos y personales, y no escuchando.
Decía que para llegar a la finalidad formativa del conocimiento, debía de pasarse por tres etapas primordiales:

1. Los hechos y acontecimientos científicos.

2. Las ideas y razonamientos.

3. La aplicación de resultados a nuevos hechos específicos.

La propuesta metodológica de Dewey consta de cinco fases:

1. Consideración de alguna experiencia actual y real del niño.

2. Identificación de algún problema o dificultad suscitados a partir de esa experiencia.

3. Inspección de datos disponibles, así como búsqueda de soluciones viable.

4. Formulación de una hipótesis de la solución.

5. Comprobación de la hipótesis por acción. 


La educación.

Es proceso de vida y no una preparación para la vida posterior.

Dewey llego a chicago con la idea de establecer una “escuela experimental” por cuenta propia.

En 1984 expresó que “cada vez tenía más presente en su mente la imagen de una escuela”: una escuela cuyo centro y origen sea algún tipo de actividad verdaderamente constructiva, en la que la labor se desarrolle siempre en dos direcciones: por una parte, la dimensión social de esta actividad constructiva, y por otra, el contacto con la naturaleza que le proporciona la materia prima.

Dewey defendió, que la labor teórica en contacto con las exigencias de la práctica, constituirá el componente fundamental de un departamento de pedagogía (“el elemento esencial de todo sistema”).

En enero de 1896, abre sus puertas la escuela experimental de la Universidad de Chicago, que pronto paso a llamarse “escuela Dewey”. Las hipótesis que se experimentaban en ese laboratorio eran estrictamente las de la psicología funcional y la ética democrática. 

La escuela de Dewey

Se basaría en un método experimental y además desarrollaría en el niño las competencias necesarias para que este fuese capaz de resolver los problemas que se planteasen.

En esta escuela, el alumno debía ser capaz de aprender a investigar y explorar, además una condición indispensable sería sumergirse en el ambiente y aprender de la experiencia. De esa manera, podría reaccionar siempre con interés, flexibilidad y curiosidad ante nuevas situaciones, así como responder de manera creativa.

Las aulas que se conformasen estas escuelas, serían laboratorios sociales, en los cuales se emplearían distintos métodos y materiales: además deberían tener un espacio, para que el niño se dedicara a trabajar en lugar de escuchar.

El alumno.

Dewey dijo que los niños no eran limpias pizarras pasivas: que en cambio eran activos y que tenían consigo interés. Y que por ello cuando el niño llegaba al aula “ya era interesante, activo y la función de la educación, radicaría en tomar a su cargo esta actividad y orientarla”.

En esta escuela, era el alumno quien debía asumir el papel activo.

Los alumnos debían aproximarse a las asignaturas como conjuntos de materiales que mantendrían nexos con acciones que desarrollarían después en un futuro.


Papel del maestro.

Sostenía que los profesores debían ser capaces en la docencia, ya que deben buscar estrategias didácticas que desarrollen y estimulen las facultades activas de los alumnos. De tal manera, que se construyera un entorno, donde las actividades inmediatas del alumno se enfrentaran a situaciones problemáticas que requerían de conocimientos teóricos y prácticos.

Que el alumno asumiese el papel activo en este modelo de escuela, trajo consigo cambios importantes en las funciones del profesorado. De esta forma el profesor se convertiría en el guía del alumno y ejercerá como exponente de los intereses del grupo de los alumnos.

Aportaciones a la escuela actual.

La educación actual fundamenta su base a las ideas pedagógicas propuestas por Dewey.

Esta consiste en que será el alumno quien experimente y descubra en mundo en forma autónoma, y el docente solo será el guía.

Su huella ha quedado notablemente impregnada en el ámbito de la reforma educativa, que hoy en día, todavía sigue implícita.


Referencias:

Bibliografía
GADOTTI, Moacir. Historia de las ideas pedagógicas. México: Siglo XXI, 2000
ANGULO, Félix. Pedagogías del siglo XX. Barcelona: Cisspraxis, 2000
BOWEN, James. Teorías de la educación. México: Limusa, 1979

Paulo Freire y su concepto de Educación

CONCEPTO DE EDUCACIÓN DE PAULO FREIRE

  • Freire sostiene que “la educación verdadera es praxis, reflexión y acción del hombre sobre el mundo para transformarlo”91. La educación tiene en el hombre y el mundo los elementos bases del sustento de su concepción. La educación no puede ser una isla que cierre sus puertas a la realidad social, económica y política. Está llamada a recoger las expectativas, sentimientos, vivencias y problemas del pueblo.   
  • No puede haber una teoría pedagógica, que implique fines y medios de la acción educativa, que esté exenta de un concepto de hombre y de mundo. No hay, en este sentido, una educación neutra. Si para unos, el hombre es un ser de adaptación al mundo (tomándose el mundo no sólo en sentido natural sino estructural, histórico, cultural), su acción educativa, sus métodos, sus objetivos estarán adecuados a esta concepción. Si para otros, el hombre es un ser de la transformación del mundo, su quehacer educativo tiene otro camino. Si lo miramos como una “cosa” nuestra acción educativa se traduce en términos mecanicistas, incidiendo cada vez en una mayor domesticación del hombre. Si lo miramos como una persona, nuestro quehacer educativo será cada vez más liberador”92.
  • Según Freire la educación es un arma vital para la liberación del pueblo y la transformación de la sociedad y por ello adquiere una connotación ideológica y política claramente definida. Debe ser una empresa para la liberación o caer irremediablemente en su contrario, la domesticación y la dominación.
  • En la concepción Freireana la educación ocupa el papel central del proceso de concientización - liberación. La educación es el instrumento por excelencia tanto para la opresión como para la liberación. En el primer caso, en términos de Freire, se denomina “Bancaria”, porque considera al educando como un recipiente, como un banco donde se depositan los conocimientos. En el segundo caso la educación es denominada “Liberadora”, “Problematizadora” porque parte del carácter histórico del hombre como ser inconcluso que debe realizarse dentro de una situación histórica que debe ser transformada a través de la praxis y la acción de personas que son simultáneamente educadores y educandos.
  • La educación para Freire es un canto de amor, de coraje hacia la realidad que no teme y que más bien busca que transformar con espíritu comprometido y fraternal. Por ello la educación es diálogo, comunicación entre los hombres, que no se da en el vacío sino en situaciones concretas de orden social, económico y político.
  • La educación es un proceso de revolución en la cultura, desalienante, liberador y afirmativo de la personalidad nacional.
  • La educación es un constante vivir experiencias mutuas entre el educador y el educando, quienes en conjunto dan vida a lo que Freire llama educación concientizadora.
  • La educación es para Freire el arma de lucha contra el atraso y la pobreza.
Concepción Bancaria y Concepción Liberadora de la Educación
a) La Concepción Bancaria de la Educación
 Concepción del Hombre
Según Freire, la Educación Bancaria “sugiere una dicotomía inexistente, la del hombre - mundo. Hombres que están simplemente en el mundo y no con el mundo y con los otros. Hombres espectadores y no recreadores del mundo”93.
Para esta educación el hombre es un ser acabado y perfecto frente al mundo. Desconoce el sentido histórico que le pertenece.
Concepción de la Sociedad
Para la educación Bancaria la sociedad es la convivencia entre los hombres como fruto de su acuerdo o consentimiento, que han dado lugar a un orden social justo, equilibrado y sano, que no debe ser violentado sino consolidado.
El Conocimiento
Es considerado como una donación que se hace a quienes se juzgan como ignorantes. Es depositado en el otro en función de propósitos que buscan que mantener la situación existente.
Concepto de Conciencia
La concepción bancaria considera que la conciencia es una sección dentro de los hombres, mecanicistamente separada, pasivamente abierta al mundo que la irá llenando de su realidad; es en su relación con el mundo, una pieza pasivamente abierta a él, a la espera que penetre en ella. “Al educador no le cabe otro papel que disciplinar la entrada del mundo a los educandos”94.
Concepción de la Educación
La educación se desarrolla como un proceso meramente adaptativo que se cumple en dos momentos en las escuelas: El primero, en el que el profesor prepara su clase y el segundo, en el que la dicta y los alumnos archivan la información como depósitos.
Propósitos Educacionales
Según Freire este tipo de Educación conduce a la socialización necrófila, la domesticación social y al quietismo social; asimismo: 
  • Elimina toda capacidad crítico reflexiva; 
  • Inhibe la creatividad del individuo; 
  • Mata la capacidad de respuesta a los desafíos históricos de la realidad; 
  • Satisface los intereses de los opresores; 
  • No supera la contradicción educador - educando; 
  • Es reaccionaria.
Concepto del Alumno
Los alumnos son vistos como seres vacíos a quienes el mundo llena de contenidos; vasijas o recipientes que deben ser llenados por el educador. Son sólo seres pasivos y receptores.  
Relación Educador - Educando
Freire en su “Pedagogía del Oprimido” señala las siguientes características de esta relación:95
  • El educador es siempre quien educa; el educando, el que es educado. 
  • El educador es quien sabe; los educandos quienes no saben. 
  • El educador es quien piensa; los educandos son los objetos pensados. 
  • El educador es quien habla; los educandos quienes escuchan dócilmente. 
  • El educador es quien disciplina; los educandos los disciplinados. 
  • El educador es quien opta y prescribe su opción; los educandos quienes siguen la prescripción. 
  • El educador es quien actúa, los educandos tienen la ilusión de que actúan, en la actuación del educador. 
  • El educador escoge los contenidos programáticos; los educandos se acomodan a él. 
  • El educador es la autoridad y se impone; el educando sólo la acata. 
  • El educador es el sujeto del proceso; los educandos son sólo meros objetos.
b) La Concepción Liberadora o Problematizadora de la Educación
Concepción del Hombre
Para la concepción Liberadora de la educación, el hombre es un ser inconcluso, que tiene vocación histórica de liberación (humanización), que entiende que su vocación de ser más no puede lograrse a costa de que los demás sean menos.
Concepción de la Sociedad
Para la concepción liberadora o problematizadora de la educación, la sociedad es el resultado de la acción consciente, reflexiva, comprometida y solidaria de hombres que entienden que no debe de haber opresores ni oprimidos sino seres humanos que tienen un destino histórico en un mundo que debe ser diferente.
El Conocimiento
Para esta concepción el conocimiento es dialéctico e implica praxis reflexiva y reflexión comprometedora que provoca la emersión de la conciencia y su inserción crítica en la realidad, en el que no existe “Yo” sin “No Yo”, en el que se dan simultáneamente conciencia y mundo.
Concepción de la Educación
La Educación Liberadora entiende la educación como un proceso permanente que se rehace constantemente en la praxis, que reconoce que los hombres son seres históricos y por lo tanto inacabados, en y con una realidad que, siendo histórica, es tan inacabada como ellos; que propicia y refuerza el cambio y que entiende que la inmovilidad amenaza de muerte al hombre y a la sociedad.
Propósitos Educacionales
Son propósitos de esta concepción posibilitar una mayor humanización del hombre en un continuo interactuar en y con el mundo y con los demás hombres.
Relaciones entre el Educador y el Educando
Considera como sujetos de la educación al educador - educando y al educando - educador.
Los educandos se transforman en “investigadores críticos” en diálogo con el educador, quien a su vez es también un “investigador crítico”.
El papel del educador es el de proporcionar las condiciones para que el educando pase del nivel de la doxa (opinión) al nivel del logos (conocimiento veraz) en su comprensión del hombre y del mundo.